John Ferney Gómez Díaz, de 31 años, fue condenado 57 años de prisión por feminicidio Cindy Tatiana Herrera17 -Year -old Madre de sus dos hijos, además del deterioro del asesinato Luis Alfonso Morenocompañero de víctima.
A ambos eventos se les dijo mientras investigaba el programa. Séptimo día Caracol News que reveló detalles escalofriantes. Las relaciones entre Gómez y Herrera comenzaron en 2012 en Ciudad Bolívar, cuando solo tenía 14 años y él 19. Su conexión causó el embarazo temprano, con la llegada de dos hijos y la coexistencia marcada por la violencia, la posesión y la parálisis continua.
Violencia y control
Los familiares de Cindy describieron episodios continuos de agresión pública: «Lo golpeó frente a uno, no le importóGisel Cubillos dijo su primo. Su hermana Mayerla dijo que Gómez practicó chantaje emocional y celos extremos, incluido el robo del hermano menor Cindy para obligarla a comunicarse con él.
El propio Gómez admitió que estaba constantemente espiando y monitoreado:
«Me escondí por la casa … Entré muy lentamente … esperé».
También confesó que lo prohibió por temor a perderla.
Delito
El día del crimen, 20 de octubre de 2015, Gómez pasó horas escondidas cerca de la madre de Cindy, armada con un revólver de calibre 38. Al ver a Cindy y Luis Alfonso, liberó su furia: la joven recibió dos tiros, en el hombro y los pulmones, y murió pronto en el hospital. Luis Alfonso fue asesinado en su cabeza.
Después del crimen, Gómez inicialmente escapó, pero luego cambió su transversión para participar en el funeral sin identificación. Fue capturado unos días después, después de que fue traicionado por amigos que buscaban el premio ofrecido.
Revancha familiar y justicia
La oración de 57 años refleja la gravedad de los hechos. Durante la entrevista televisiva, Gómez habló sobre su difícil infancia, pero los expertos consultados por el programa explicaron que esta circunstancia no podía justificar sus actos violentos. «El pasado no tiene que justificar lo que hizo … si es así, las cárceles estaban vacías», dijeron.
Lo más destructivo es que nadie, ninguna justicia ni él, regresó a Cinda. La tragedia lo dejó con dos hijos sin una madre y con la creencia de que no importa cuán estricto no arreglará el daño irreversible.
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