En un discurso contundente pronunciado en Ramali, el presidente Mahmud Abbas expresó su profunda preocupación por los efectos devastadores que la organización Hamas ha infligido a la causa palestina, acusándola de haber tomado el control de los enclaves palestinos desde el año 2007. En sus declaraciones, Abbas ofreció una crítica directa al movimiento islamista, sugiriendo que sus acciones han dañado gravemente la lucha por la libertad y justicia del pueblo palestino.
Como presidente de la Autoridad Nacional Palestina (ANP), Mahmud Abbas hizo un fuerte llamado el miércoles para que Hamas entregara el control político sobre la franja de Gaza. Además, exigió la liberación de los 59 rehenes que el grupo todavía mantiene y solicitar que abandonen sus arsenales. Durante su discurso incendiario, Abbas se refirió a los líderes de Hamas como «hijos de perra», enfatizando que su gestión ha buscado más aprovecharse de las condiciones en Gaza que trabajar en beneficio del pueblo palestino. Según sus palabras, el grupo ha priorizado sus propios intereses y conspiraciones, convirtiendo a Gaza en una especie de rehén de sus ambiciones políticas.
«Aflojar a quien han sostenido»
Abbas continuó afirmando que «Hamas debe poner fin a su control sobre la franja de Gaza y entregar todos sus poderes y funciones a la Autoridad Nacional Palestina». Estas declaraciones se dieron en el marco de las sesiones del Consejo Central Palestino, que tuvieron lugar en la ciudad de Ramali. Para Abbas, esta es la única forma plausible de garantizar la «seguridad y estabilidad en Palestina y en toda la región».
El presidente también criticó a los islamistas por haber causado «daños irreparables a la causa palestina» desde que asumieron el control del enclave en 2007, lo que ocurrió después de una breve guerra civil en 2006. Abbas acusó a Hamas de estar detrás de crímenes atroces en Gaza, citando un secuestro de 251 personas ocurrido durante los conflictos del 7 de octubre.
En un tono de indignación, Abbas exigió: «Hijos de perra, liberen a los prisioneros y terminen con esta situación. Dejen de poner excusas y olvídense de nosotros». Su discurso en la sede de la ANP en Ramali fue enérgico, y el presidente palestino se mostró alarmado por la aparente intención de Hamas de separar la franja de Gaza de otros territorios palestinos, como Jerusalén Este y el resto de Cisjordania.
Abbas también subrayó que esta dinámica obliga a Hamas a concentrar todos sus esfuerzos en mantener el control en Gaza, lo que a su juicio les lleva a distanciarse de la Organización de Liberación de Palestina (OLP) y de una ANP legítima, todo en un intento de proteger sus propios intereses y futuro. Asimismo, el presidente palestino exhortó a Israel a poner fin a las hostilidades en Gaza y retirar sus tropas, la que considera una condición esencial para que Hamas firme un nuevo acuerdo de alto el fuego.
En respuesta a estas acusaciones, Hamas cargó contra Abbas, tildándolo de adoptar una «narrativa consistente» con Israel. Naim Qasem, un alto dirigente del brazo político del grupo islamista, culpó a Abbas de mostrar posiciones «sospechosas» que evaden la responsabilidad por los crímenes de ocupación, según lo reportado por medios palestinos como Filastina. Qasem cuestionó cómo es posible que aquellos que han sido despojados de sus capacidades físicas, psicológicas y mentales puedan liderar a un pueblo que lucha por su causa y sus lugares sagrados.
Relación complicada
La enemistad entre Hamas y el partido secular de Abbas, Fatah, se ha prolongado durante décadas, intensificándose cuando ambos grupos se enfrentaron en la defensa del estado palestino. Mientras Hamas aboga por una lucha armada y una «resistencia» activa contra la ocupación israelí, estas tácticas son firmemente rechazadas por el presidente Abbas. Tras la masacre del 20 de octubre, la distancia entre estas dos formaciones políticas se ha ampliado notablemente, una tensión que se ha manifestado en los múltiples enfrentamientos en las calles, donde los militantes asociados con Hamas han mostrado una fuerte presencia, lo que ha llevado a la ANP a responder con ataques.