Durante un periodo de más de 15 días, un grupo dedicado de soldados pertenecientes a la Brigada del Ejército Nacional, en colaboración con equipos de prevención de desastres, ha estado trabajando intensamente en la rehabilitación de la ruta conocida como Pico de Águila. Este camino es uno de los accesos fundamentales al Cerro de Monserrate en Bogotá, y se ha considerado como una vía de evacuación alternativa, especialmente importante durante la Semana Santa, cuando se espera un flujo masivo de visitantes.
Las actividades de rehabilitación fueron cuidadosamente coordinadas con entidades relevantes, incluido el Instituto del Distrito de Gestión de Riesgos y Cambio Climático de Bogotá (IDIGRE) y el Instituto de Recreación y Deporte (IDRD), ambos responsables de la supervisión de la seguridad y el bienestar en espacios públicos de la ciudad.
Aparte de la mejora de este cruce peatonal, que había sido cerrado debido a la posibilidad de movimientos de tierra, los soldados de rescate también se han preparado para responder a cualquier situación de crisis que podría afectar a los visitantes del famoso sitio de peregrinación. La presencia de estos soldados es crucial para garantizar la seguridad de los peregrinos que se dirigen al cerro y que podrían necesitar asistencia en caso de emergencias.
El objetivo principal de adecuar el camino de Pico de Águila es asegurarse de que se encuentre en condiciones óptimas para su uso como ruta de emergencia, en caso de que fuera necesario. En vista del notorio aumento en el número de personas que frecuentan el lugar, este trabajo se vuelve vital. De hecho, fue solo en la víspera del Jueves Santo que la brigada oficial de bomberos de Bogotá notó un incremento considerable en la asistencia, registrando un aumento de cerca de 30,000 personas en el área montañosa. Las autoridades locales han proyectado que en total, alrededor de 200,000 personas visitarán el Cerro de Monserrate a lo largo de toda la semana.
El camino de Pico de Águila tiene una longitud de aproximadamente tres kilómetros, durante los cuales el ejército se ha encargado de la reconstrucción y mejora de la ruta para los caminantes. Estas obras han incluido el fortalecimiento de lugares críticos mediante la instalación de vigas y balaustradas, así como el mejoramiento del tránsito peatonal y la incorporación de señalización destinada a alertar sobre riesgos y peligros potenciales en la zona.
Desde el Ejército Nacional se destacó que “los esfuerzos en Monserrate son solo una muestra del trabajo que se ha desarrollado en diversas regiones del país. Los soldados de rescate han sido ubicados estratégicamente en áreas de alta concentración de personas y en lugares de peregrinación, apoyando así tareas en el campo de prevención de emergencias, control de flujo de peatones y atención en caso de incidentes.” Esta iniciativa refuerza el compromiso de las fuerzas armadas con la seguridad y bienestar de los ciudadanos, especialmente en tiempos de gran afluencia.
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