En las últimas horas, una importante operación realizada por los soldados del Batallón de Infantería No. 18 Coronel Jaime Roooke de la Sexta Brigada del Ejército Nacional, en colaboración con la Fuerza Aérea y la Coordinación de Gaula de la Policía Nacional, resultó en la captura destacada de Joaquín González, del Frente Gao-R, conocido también por el alias de Fabiánán, así como de Suárez Bidoño. Junto a ellos, fueron arrestados tres integrantes adicionales del comité que opera en la Comuna de Icononzo, un área de gran interés para las fuerzas de seguridad.
El éxito de esta operación se produjo justo minutos después de que los miembros de esta organización se reunieran con potenciales compradores con la intención de intimidarlos y extorsionarlos. Durante la intervención, las autoridades lograron incautar más de 5 millones de pesos, los cuales estaban relacionados con esta actividad delictiva de extorsión. Cabe destacar que Fabián tenía la responsabilidad de conseguir la suma alarmante de 300 millones de pesos mensuales, una tarea que englobaba extorsionar a agricultores, empresarios y comerciantes de diversas regiones, incluyendo las comunas de Roncesvalles, Rovira, y las zonas rurales de Coello, Koku, Laureles, Dantas y Carmen de Bulira, afectando así la economía local y la tranquilidad de sus pobladores.
Durante la mencionada operación, también fueron capturados El Zarco, conocido como Julián, así como otro individuo apodado El Indio. Estos sujetos estaban involucrados en la intimidación de la población a través de la distribución de folletos amenazantes, portando armas de corto alcance, municiones, y teléfonos móviles, evidenciando así la organización criminal bien estructurada de la que formaban parte.
Acerca del perfil criminal del alias Fabián, se establece que fue un miembro activo del Gao-R, la facción dirigida por Jorge Suárez Briceño, conocido como Joaquín González. A lo largo de su trayectoria delictiva, ha sido responsable de diversas actividades ilícitas, incluyendo la regulación del comercio ilegal en la zona, así como la coordinación de actividades de inteligencia criminal dirigidas contra las fuerzas armadas. También, se le atribuye el reclutamiento forzado de jóvenes y la propaganda armada y política mediante folletos intimidatorios en las Universidades Técnicas y otros puntos estratégicos. Su historial judicial denota una serie de actividades delictivas que han mantenido en vilo a la población de su área de influencia.
Las operaciones del grupo también se han extendido a otras importantes regiones, afectando el departamento del Meta, específicamente en áreas como La Macarena y Uribe, y en Caquetá, incluyendo San Vicente del Caguán y Puerto Rico. Durante un año, sus actividades se centraron en el Tolima, que afecta localidades como Roncesvalles, Icononzo y San Antonio, lo que refleja su amplia red de operaciones delictivas.
Es importante señalar que existen órdenes de captura por delitos graves tales como el reclutamiento forzado, la participación en concierto para delinquir, homicidios y alteración del orden público, lo que evidencia la seriedad de los crímenes cometidos por este personaje delictivo.
Esta exitosa operación es un significativo paso hacia la desarticulación de las actividades de terror y extorsión en la región. Las acciones de los soldados de la Sexta Brigada han contribuido a debilitar el control del Frente Gao-R de Joaquín González, afectando sus estructuras financieras y operativas. Asimismo, este operativo ha impactado negativamente en las capacidades de la organización en los departamentos de Meta, Caquetá y Guaviare, interrumpiendo su capacidad de movimiento de armas, explosivos y otros materiales logísticos necesarios para su funcionamiento.
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