El empleo representa un desafío considerable que no solo exige pasión y creatividad, sino que también requiere una comprensión profunda de diversas dimensiones operativas que aseguran el correcto funcionamiento de la empresa. En este contexto, Juan Fernando Castro Pineda, profesor de la Facultad de Administración de la Universidad de Rosario, ha desarrollado un enfoque conocido como 5 sentidos del emprendedor. Esta metodología ofrece una guía estructurada, permitiendo que los empresarios naveguen con éxito a través de los múltiples desafíos comerciales que enfrentarán.
«Este modelo se origina de la necesidad de ofrecer a los empresarios un camino claro, destacando los aspectos críticos que deben tener en cuenta al establecer y gestionar su negocio. No se trata únicamente de contar con una idea innovadora, sino también de entender cómo hacerla rentable y sostenible a lo largo del tiempo», explica Castro Pineda.
5 sentidos del emprendedor
El primer sentido, Legal, enfatiza la importancia de conocer las regulaciones vigentes para llevar a cabo acciones formales en el ámbito empresarial. Desde la elección del tipo de sociedad y el registro en la Cámara de Comercio hasta la declaración y el registro correspondiente en la Dian, cada uno de estos pasos es crucial para evitar complicaciones legales y asegurar el cumplimiento normativo correspondiente.
El segundo sentido, Financial, resalta la necesidad de gestionar los recursos con disciplina. Es vital separar las finanzas personales de las empresariales, gestionar adecuadamente el flujo de efectivo y asignar de manera adecuada el salario del emprendedor, ya que estos elementos son clave para la estabilidad financiera de la compañía.
Un tercer sentido, Fiscal, subraya la importancia de la comprensión y el cumplimiento de las obligaciones fiscales. Impuestos como la retención en la fuente, el IVA y el impuesto de industria y comercio (ICA) deben ser gestionados de manera adecuada para evitar sanciones y problemas legales que puedan poner en peligro la continuidad del negocio.
Foto: Juan Fernando Castro Pineda, profesor de la Escuela de Administración de la Universidad de Rosario
El trabajo, denominado como el cuarto sentido, se refiere a todos los aspectos relacionados con el empleo y el cumplimiento de la normativa laboral. Desde la elección del tipo de contrato hasta la inclusión en el seguro social y el pago de los beneficios, este componente es esencial para evitar disputas legales y garantizar un ambiente laboral estable.
El quinto sentido, Operativo, se centra en la logística y la organización de las actividades diarias de una empresa. Los aspectos como la seguridad laboral, la gestión de los servicios públicos y la planificación ante imprevistos—tales como fallos tecnológicos o logísticos—son elementos necesarios para asegurar la continuidad operativa de la compañía.
Modelo para administrar empresas con confiabilidad y desarrollo sostenible
Para Juan Fernando Castro, «no se puede dejar nada al azar en el emprendimiento. Cada una de estas dimensiones es indispensable para que la compañía no solo pueda lanzarse, sino que también persista en el tiempo y logre un equilibrio». Gracias a esta metodología, se ofrecen herramientas prácticas a los empresarios para enfrentar los desafíos del mercado con una visión estratégica y estructurada. Los 5 sentidos del emprendedor no solo actúan como una guía sobre el establecimiento de una empresa, sino como un modelo de administración empresarial basado en la confiabilidad y el desarrollo sostenible, añade el profesor de la Escuela de Administración de la Universidad de Rosario.
5 sentidos clave para el éxito del emprendedor
- Vista: visión estratégica
Tener claridad sobre a dónde se dirige el negocio, cuál es su propuesta de valor y en qué se diferencia. La visión permite anticipar y tomar decisiones alineadas con los objetivos planteados. - Ear: escucha activa
Escuchar atentamente al mercado, a los clientes, al equipo y a los mentores. La retroalimentación constante es invaluable para mejorar el producto o servicio y detectar oportunidades o errores a tiempo. - Olor: intuición para detectar posibilidades y riesgos
Este «olfato» de los negocios se cultiva a través de la experiencia y el aprendizaje. Saber cuándo avanzar, cuándo detenerse y cuándo adaptarse es fundamental para la supervivencia y el crecimiento. - Sabor: pasión por lo que haces
Si no disfrutas lo que haces, esto se reflejará. La pasión por el proyecto proporciona energía y motivación para persistir incluso en momentos de adversidad, además de contagiar entusiasmo a otros. - Toque: la capacidad de gestionar personas y recursos
Un buen «toque» implica liderar con empatía, negociar eficazmente y construir relaciones sólidas con clientes, socios y proveedores. Además, conlleva un control adecuado de los recursos financieros y operativos.
Bonificación: 6. Medida – Resistencia.
No importa cuán bien preparado estés, los obstáculos forman parte del camino. La capacidad de levantarse, aprender de las experiencias y seguir adelante puede ser la diferencia entre rendirse y alcanzar el éxito.
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