
La jornada laboral que actualmente conocemos se estableció hace más de un siglo. Sin embargo, es evidente que tanto los trabajos como las herramientas que se utilizan en el entorno laboral han evolucionado significativamente. Por eso, muchos gobiernos están evaluando la posibilidad de implementar nuevos modelos de semanas laborales que se ajusten mejor a las demandas y necesidades contemporáneas, tanto de las empresas como de los empleados.
A medida que las grandes corporaciones en los Estados Unidos están siguiendo un patrón de regresar a la oficina y solicitar a sus empleados que extiendan sus horas de trabajo, un número creciente de empresas en el Reino Unido está explorando una alternativa distinta: la semana laboral de cuatro días.
El Reino Unido va hacia una semana laboral más corta. En el año 2025, más de 200 empresas británicas se comprometieron a adoptar la semana laboral de cuatro días. Estas organizaciones emplean a más de 5,000 personas y abarcan diversas industrias, como marketing, tecnología, consultoría, sector benéfico e industrial. De estas empresas, 59 tienen su sede en Londres, lo que subraya el compromiso de la ciudad con el bienestar de sus trabajadores.
El esquema laboral para este innovador proyecto se basa en 32 horas a la semana, garantizando que no haya recortes salariales ni pérdida de beneficios para los empleados en comparación con el tradicional sistema de jornada laboral de ocho horas al día, cuatro días a la semana. Según El Guardián, Joe Ryle, director de la campaña de la Fundación de la Semana de Cuatro Días, ha señalado que el cambio hacia este modelo en dichas empresas ofrece a los individuos una mayor libertad para llevar una vida más plena y feliz.
Ya lo han demostrado múltiples empresas británicas y un ayuntamiento: una semana laboral de cuatro días, manteniendo la misma remuneración, puede resultar beneficiosa tanto para los empleados como para los empleadores.
Cuatro días de la semana 2.0. Este es el segundo intento en el Reino Unido de implementar un modelo de esta naturaleza. En 2022, el gobierno británico reunió a 70 empresas para llevar a cabo una de las pruebas piloto más exhaustivas y prolongadas, ya que las empresas que participaron aún están recopilando datos valiosos para el proyecto.
No todas las organizaciones que formaron parte de la primera prueba en el Reino Unido optaron por continuar con el modelo de cuatro días tras la conclusión del programa piloto. Sin embargo, el éxito de esta segunda iniciativa evidencia un creciente interés en el sector empresarial por hallar nuevas formas de balancear la vida laboral y familiar de sus empleados.
Mejora respaldada por datos. Una de las principales ventajas de estos nuevos modelos de semana laboral de cuatro días es que se basan en evidencias concretas, evitando así la incertidumbre que caracterizó los experimentos iniciales realizados en diversas partes del mundo. Las pruebas llevadas a cabo en el Reino Unido, Alemania, Valencia, Islandia y Portugal sirven como una sólida base empírica para diseñar estrategias en estas 200 empresas.
Los datos recopilados de los diferentes proyectos revelan que la mayoría de las empresas participantes experimentaron un aumento en la productividad, una notable disminución en la rotación de personal, mayor compromiso del equipo y mejoras en el bienestar físico y mental de los empleados. Además, al contar con más tiempo libre, los empleados pueden disfrutar de más oportunidades de ocio, beneficiando así a la economía local y a la comunidad en general.
El éxito no está garantizado. Para alcanzar estos resultados, las empresas se ven obligadas a someterse a un período de optimización, adaptando sus métodos de trabajo y aplicando nuevas herramientas que faciliten los procesos, ocupando así un tiempo considerable. Durante esta fase, el éxito de la iniciativa depende de lograr incrementar la productividad con una reducción en las horas de trabajo.
No obstante, no todas las organizaciones consiguen adaptarse a este nuevo modelo laboral. En cada prueba de la semana de cuatro días, algunas empresas han decidido no continuar con este enfoque diario y han regresado al tradicional modelo de cinco días, a pesar de las mejoras evidentes en su rendimiento. En contraste, hay otras compañías que han adoptado permanentemente la semana de cuatro días.
Trabajar menos puede resultar en más productividad. Según un informe de datos, se ha comprobado que los empleados solo pueden mantener un nivel óptimo de productividad durante un tiempo limitado. Prolongar la jornada a 60 u 80 horas semanales tiende a ser contraproducente, tal como se ha evidenciado a partir de diversas iniciativas en Estados Unidos que no han generado mejoras significativas en la productividad.
El enfoque europeo, y en particular el del Reino Unido, debería orientarse hacia jornadas laborales más cortas y flexibles, optimizando los procesos de producción para evitar el agotamiento de los empleados debido a jornadas extenuantes.
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Imagen | Sin obstáculos (Jason Goodman) Presente por William Warby